Ortodoncia con Brackets

Es aconsejable que los niños realicen la primera visita de ortodoncia a partir de los cinco o seis años de edad. Cuanto antes se detecten y diagnostiquen problemas óseos, de crecimiento, de malos hábitos o de falta de espacio, más favorable, sencillo y corto será el tratamiento.

Los pacientes que presentan maloclusión, dientes torcidos, desequilibrios funcionales al masticar, etc… son más susceptibles de padecer desgastes de los dientes, fracturas, problemas en la articulación de la boca, aumento de la sensibilidad y problemas de encías y huesos. Son bocas que durarán menos años y en peores condiciones que unas bocas sanas que se pueden limpiar y mantener fácilmente.

La duración varía en función del caso de cada paciente. Sin embargo, a modo de resumen, la duración media de los tratamientos tanto de niños como de adultos suelen durar entre 12 y 20 meses.

Antes de empezar el tratamiento siempre hay que realizar un estudio previo que por lo general consiste en tomar unos moldes del paciente, montaje en articulador, realizar unas radiografías (ortopantomografía y teleradiografía lateral) y hacer unas fotografías intraorales y extraorales. En ciertos casos hay que realizar otras pruebas diagnósticas como pueden ser RMn, TAC o CBCT 3D.

No. Es un procedimiento indoloro ya que simplemente cementamos el bracket a la superficie del diente con una resina espacial. No se utiliza ni anestesia ni turbina y sólo es necesario que el paciente tenga la boca abierta y este quieto.

Depende. Si colocamos todos los brackets (parte superior y parte inferior de la boca) el mismo día, tardamos aproximadamente una hora. Pero hay veces que sólo colocamos una parte y entonces el proceso es de media hora.

No. La colocación de los brackets no daña el esmalte y la retirada tampoco, siempre y cuando se haga con cuidado y el pulido de los restos de resina se haga con unas fresas especiales que no dañan el esmalte.

Es muy importante para el éxito del tratamiento que el paciente mantenga una excelente higiene y cuide sus encías para evitar que se inflamen. La falta de higiene puede ralentizar el tratamiento e incluso provocar la retirada prematura de los brackets.

Asimismo es muy importante durante todo el tratamiento evitar alimentos que puedan dañar o romper los brackets ya que cada vez que se cae o se rompe un bracket se retrasa el tratamiento.

Los primeros días después de la colocación el paciente puede tener molestias sobre todo al comer, por lo que recomendamos los primeros días hacer una dieta blanda y ante cualquier duda, llamar a la consulta.

Normalmente podemos decir que las visitas de revisión son generalmente cada 4-8 semanas pero esto puede variar en función del tipo de brackets o aparatos que lleve el paciente.

Las urgencias pueden ocurrir durante el tratamiento y son habituales. Las más habituales son brackets caídos o que el alambre pincha o roza en la mejilla.

Cuando esto sucede puedes llamar o acudir a nuestras clínicas para que te solucionen el problema.

De la misma manera que colocar los brackets no duele, la retirada tampoco. El proceso suele durar una hora más o menos y normalmente se acompaña de una limpieza bucal.

Una vez terminado el tratamiento de ortodoncia se ha de colocar la retención y hacer el mantenimiento. Esta etapa es fundamental para evitar que tus dientes se muevan con el paso de los años.

Existen 2 tipos de retenedores, los fijos (barra metálica que se cementa en la cara lingual de los dientes) y los removibles o de quita y pon, que son unas fundas de plástico de uso nocturno.